Bajo el argumento de
preservar empleos en este momento de crisis capitalista, las empresas proponen
la implantación del banco de horas. El banco de horas es una medida que coloca
al trabajador a la defensiva, así como
lo son las vacaciones colectivas o “lay-off” (suspensión temporaria del
contrato de trabajo), y la reducción de la jornada con la reducción del salario.
Para entender un poco más sobre cómo funciona el banco de horas, el Unificados
conversó con el doctor en Economía Social y del Trabajo por
de Campinas (Unicamp), el profesor José Dari Krein.
En la entrevista que se ofrece a continuación, sepa cómo surgió, y qué es lo
que muestran los recientes estudios al respecto de esa forma de flexibilizar la
jornada de trabajo.
ENTREVISTA
“Tenemos que pensar con otra lógica”
Periódico del Unificados: ¿Cómo nació el banco de horas?
Dari Krein: El Banco de Horas apareció primeramente en los países
centrales con la historia de la “modulación” de la jornada. La modulación de la
jornada en los países centrales fue negociada por negociación colectiva entre
sindicatos de trabajadores y empleadores, generalmente combinando la reducción
de la jornada flexible por parte de la empresa.
Periódico del Unificados: ¿Eso fue en los años 80?
Dari Krein: En los países centrales así fue. En el caso brasileño fue en
los años 90; el banco de horas no estaba previsto legalmente. Lo que estaba
previsto es que: existe una jornada máxima de 44 horas semanales y la
compensación de cualquier alteración de ese horario debería ser hecha en la
semana. Hay aquí una controversia porque, para algunos juristas, el banco de
horas es ilegal, pues él no respeta la jornada máxima semanal. –
la jornada máxima puede ser de 44 horas semanales.
En los años 90, aquí en
Brasil, en un período de recesión grande, de crisis, el sector
automotivo encontró una alternativa de combinar la reducción de la jornada de
trabajo con la implantación del banco de horas. Esos primeros acuerdos no
tenían respaldo legal.
El banco de horas fue aprobado en 1998.
Periódico del Unificados: ¿El banco de horas puede ser considerado una
garantía de empleo?
Dari Krein: Los estudios muestran que el banco de horas tiende a
racionalizar la utilización del tiempo de trabajo. O sea, una empresa modulará
la jornada de acuerdo a sus necesidades durante el año, utilizando a los trabajadores
en momentos que ella tenga mayor nivel de actividad, y dispensándolos en
momentos de menor nivel de actividad. El banco de horas eliminará la
“porosidad” del trabajo.
En este sentido, no existe ninguna experiencia empírica que compruebe que el
banco de horas es capaz de generar empleo. El banco de horas sólo puede evitar,
si hubiese una expectativa favorable de la empresa, de que en un futuro se
utilice de forma intensa el trabajo.
El trabajador queda debiéndole a la empresa horas no trabajadas y las pagará
cuando el nivel de actividad de la empresa fuese retomado. Entonces, como
máximo, él puede evitar algunos despidos a corto plazo. Pero no genera empleo.
Además de no generar
empleo, el banco de horas tiende a hacer que la empresa ocupe a menos
trabajadores para ejecutar las tareas – y eso significa despidos. ¿Por qué?
Porque el banco de horas elimina la “porosidad”, elimina el tiempo muerto,
aquel tiempo en el que hay alguien limpiando, o en el que la computadora se
descompuso. (…)
Periódico del Unificados: ¿La reducción de la jornada sin reducción de
salario, sería una buena medida para enfrentar el desempleo?
Dari Krein: En un período más reciente, varios sectores alcanzaron
niveles de productividad que no fueron repartidos con el trabajo. ¿Y cómo
pueden ser repartidos? Por la elevación de los salarios y por la reducción de
la jornada de trabajo. Son poquísimos los acuerdos en que consiguieron reducir
la jornada de trabajo.
La tendencia general
fue intensificar el ritmo de trabajo, y hacer conque el trabajador se quede
ocupado con el trabajo, inclusive fuera del horario de trabajo, pensando en la
solución de problemas, en calificación, etc; todo por garantizarse su empleo.
Yo creo que la cuestión
de la reducción de la jornada de trabajo se impone no sólo desde el punto de
vista de la generación de empleo, sino fundamentalmente porque esos nuevos
padrones del mercado laboral están mostrándose extremadamente dañinos desde el
punto de vista de la salud y de la vida de las personas. No es sin motivo que
el estrés y la ansiedad son enfermedades del trabajo en el siglo XXI.
Pero
no es, en mi opinión, una bandera fácil de ser implementada. Algunos estudios
muestran que, desafortunadamente, los trabajadores prefieren trabajar más para
recibir más, que trabajar menos y recibir el mismo salario.Éstos son los
valores de una sociedad consumista.
Tenemos
que pensar, con otra lógica, sobre cómo voy a inserirme en el mundo. Otra
lógica de desarrollo, otra lógica que pase por la cuestión de la sustentabilidad
de nuestro planeta, otra lógica que no sea la del compromiso de consumir,
consumir, y consumir.
Creo que es una bandera absolutamente actual,
pero que debe estar ligada al pensar en una transformación más general de la
sociedad.