Reconocido mundialmente como un metal extremamente tóxico, el mercurio ha
causado, a través de los siglos, tragedias para la humanidad causando muertes y
lesiones irreversibles, muchas de las cuales llevando a la incapacidad y de
extrema gravedad. Este mineral ha provocado serios problemas de orden ambiental
y de salud pública, sobretodo a la salud de los trabajadores. Elevadas
concentraciones pueden ser fatales al organismo humano y mismo así dosis bajas
ha causado efectos adversos al sistema nervioso central, renal, cardiovascular,
inmunológico, reproductivo y otros.
En Brasil no existe una legislación específica que abarca los diversos
aspectos, que puedan prevenir los riesgos resultantes del uso de mercurio en
las lámparas. Entretanto, existen fundamentos legales que dan embasamiento para
poder establecer padrones de procedimientos y exigencias. También no existe una
determinación legal de la cantidad de mercurio que debe ser utilizada, por tipo
de lámpara, con el fin de reducir los riesgos para la vida.
Para remediar ese vacío, la coordinadora del Programa Nacional de Mercurio,
del Ministerio de Trabajo y Empleo/Delegación Regional del Trabajo en el Estado
de São Paulo, convido a diversas entidades representativas del área
gubernamental y de la sociedad para discutir y elaborar un documento de común
acuerdo. Este documento, aquí divulgado, aborda todos los aspectos preventivos
de los riesgos relacionados a la fabricación, importación y exportación, uso,
transporte, descarte, colecta, reciclaje y disposición final de las lámparas con
mercurio y dar encaminamientos al mismo.
El Sindicato Químicos Unificados y
Químicas (Atesq) integraran el grupo de entidades y órganos gubernamentales
que, durante los dos años, debate la cuestión y que presenta el “DOCUMENTO
DE RECOMENDACIONES PARA SER IMPLEMENTADAS POR LOS ÓRGANOS COMPETENTES EN TODO
EL TERRITORIO NACIONAL, RELACIONADAS A LAS LÁMPARAS CON MERCURIO”.
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