Gilberto
Maringoni (foto) es cómic, periodista y doctor en Historia por la Universidad
de São Paulo (USP). Posee diversos trabajos publicados y es autor del libro “
Venezuela que se Inventa – Poder, Petróleo y Complot en los Tiempos de Chávez”
(Editora Fundación Perseu Abramo).
Para él, militante socialista, las elecciones en los Estados Unidos de América
(EE.UU) no cambiaron en nada la política estadounidense de dominación. El imperio
continuará con su furia de expansión, al respecto de quien se encuentra en el
poder. De acuerdo con Maringoni, países que están en la periferia de la
economía mundial, como Brasil, deben marcar sus propios espacios.
Lea la entrevista que Maringoni concedió al Periódico de Unificados y vea lo
que el mundo puede esperar de esa disputa.
LA
ENTREVISTA
La
práctica continúa
Ilustración de autoría de Jaime Maringoni
Periódico de Unificados – De acuerdo con las encuestas, McCain ganaría con una margen de 46% de los votos contra los 42% de Obama. ¿Cuáles son las
diferencias entre Mcain y Obama?
Maringoni – El grande trazo definidor de estas elecciones
norteamericanas es que ningún de los dos principales candidatos reivindica
integralmente el legado del gobierno Bush. El desgaste internacional provocado
por el unilateralismo, por la falta de respeto a las normas de la ONU, por la
detención ilegal de activistas en prisiones como la de Guantánamo, y la pérdida
de legitimidad interna, provocada por el aumento de la desigualdad social
tornaran la actual gestión de la Casa Blanca un modelo a no ser seguido. En
este cuadro, las diferencias entre McCain y Obama están mucho más en las matices
de que en las orientaciones generales. ¿Los EE.UU dejarán de ser imperialistas,
en caso de que gane Obama? Claro que no. A pesar del grande peso simbólico de tener un negro en el comando principal
del país más poderoso del mundo, los cambios posiblemente serán pocos. Eso no
quiere decir que esas alteraciones de ruta, como una reducción gradual de las
tropas en el Irak o la desactivación de Guantánamo no tengan un peso real en la
arena internacional. Con respecto a McCain, es un hombre de la derecha. La esperanza
es que tenga aprendido con los fracasos de la gestión actual, como la
intervención en Venezuela, durante el golpe de 2002, o en pantano que el país se
metió en Irak.
Periódico de Unificados – En la cuestión militar, hay alguna diferencia
entre los dos candidatos? ¿Existe alguna divergencia en la manera de mirar a
eso que se llama de “terrorismo internacional” – cuándo están los intereses
económicos en juego?
Maringoni – Hasta el año de 1990, el mayor
pretexto para el aumento de la escalada de los gastos militares era la existencia
de la Unión Soviética y de la Guerra Fría. Pues, ya son casi dos décadas que
esos factores no existen, pero los gastos del sector aumentaron, alcanzando hoy
casi el 40% de todo lo que el mundo desembolsa en armamentos. Sin la amenaza
comunista en el horizonte, el uso de los cañones es ahora justificado por el
combate de la amenaza terrorista. Aquí también es difícil prever cambios. El
historiador inglés Eric Hobsbawm escribió en su libro “Tiempos Interesantes”,
que el sistema imperial se hizo tan
grande y complejo que puede convivir hasta con la mediocridad en su mando. Es
decir, mismo que la cúpula cambie, la práctica general continúa. Los imperios
de acuerdo a la historia, nunca se estabilizaron en un determinado nivel del poder o de hegemonía. Pues ellos necesitan
constantemente expandirse para continuar
existiendo. Eso debe continuar, hasta porque la grande escalada de agresiones a
los países pobres se dio en los gobiernos de Kennedy (Vietnam) y Clinton
(Bosnia), del Partido Demócrata, como Barack Obama.
Periódico de
Unificados – Cuál es la importancia de las elecciones americanas en un contexto
de recesión económica en los EE.UU, que ya trajo efectos para nuestro país?
Maringoni – La economía de Estados unidos es la más grande del mundo y
representa el 74% del Producto Bruto interno (PBI) total de Latinoamérica. Brasil
tiene cerca de 6% de ese contexto. Así, el peso de los EE.UU por aquí es avasallador,
mismo que algunos de nuestros indicadores hayan mejorado. Es necesario llevar
en cuenta que actualmente, México no puede ser clasificado como una parte de la
economía Latinoamericana, por su grado de integración con el mercado de su poderoso
vecino. La única manera de establecer algún tipo de diálogo que no sea de
subordinación con una potencia de esa orden es buscar reducir tal asimetría. Eso
solo es posible si Brasil continúa invirtiendo en la formación de bloques
regionales, tanto en el continente, en Asia y en África. Las dificultades actuales,
debe aumentar la ambigüedad del gobierno de Lula, que trata a los Estados
Unidos como si fuese un país a más. Pero no lo es. Es un país hegemónico, con
una agresiva práctica de dominación, eso no debe de olvidarse.