Un peligroso ataque contra los
derechos de los pueblos indígenas es realizado en la frontera norte del país.
En Roraima, hacenderos que plantan arroz quieren áreas demarcadas, de usufructo
de los indios y pertenecientes a la Unión.
Los hacenderos, apoyados por políticos de Roraima, ya cerraron autopistas, invadieron
predios públicos y descalificaran livianamente estudios de especialistas, pero
tuvieron una primera derrota el 27 de agosto, cuando relator del Supremo
Tribunal Federal (STF) ha sido favorable para la causa indígena y al respeto a
la Constitución.
El Periódico de
Unificados entrevisto, con exclusividad, al maestre y analista pericial en
antropología del Ministerio Público Federal, Marco Paulo Fróes Schettino
(foto), de Brasilia, que garantiza: “los indios no perjudican la economía del
estado y defienden nuestro territorio. Sin los indios, no hacemos parte de la nación.”

Mapa de la
Reserva Raposa/Serra do Sol (Editoria de Arte Folha Imagem)
LA
ENTREVISTA
Sin los indios no hacemos parte de la sociedad
Periódico de Unificados – ¿La salida de los arroceros y de la población no
indígena perjudicaría la economía local? ¿Es verdad que los indios pasarían a
producir?
Marco Paulo – La salida de la población no indígena prácticamente ya fue
realizada. La mayor parte ha sido indemnizada por FUNAI y recibió tierra del
INCRA en otro local, principalmente los pequeños propietarios, sin que se
notase cualquier impacto sobre la economía local. (en 2005, el gobierno federal
homologo la reserva y determino la salida de la población no indígena del área
dentro el plazo de un año). La salida de los arroceros tampoco causaría algún impacto económico. Según los datos del
IBGE, en los tres municipios donde esa tierra indígena se localiza existen, en
los establecimientos rurales, apenas 69 puestos de trabajo para aquellos que no
tienen lazo de parentesco con los propietarios de la tierra. Los arroceros
están exentos de pagar impuestos estatales hasta el año de 2018. Por otro lado,
ellos ya recibieron grandes cantidades de inversiones públicas. Existen muchas
dudas con respecto a beneficio verdadero de esa actividad para la economía
local.
Periódico de Unificados – La amenaza a la soberanía nacional (en las
fronteras) es otro argumento de aquellos que son favorables a la expropiación
de tierras de la Unión y de los pueblos indígenas. ¿Por qué eso es falso? ¿Existen
organizaciones religiosas extranjeras en esas localidades?
Marco Paulo – Las tierras indígenas, conforme a la ley, son tierras de
la Unión. Los indios solamente pueden aprovechar de su superficie. ¿Por qué las
tierras de la Unión amenazarían la soberanía nacional? Por qué esas tierras en
las manos privadas darían mayor garantía a la soberanía de la nación? ¿Haciendas
compradas por los narcotraficantes en las fronteras son de mayor garantía a la
nación? Claro que no, lo que esta en juego son los intereses económicos de
aquellos que se apropiaron de tierras públicas y quieren en ellas permanecer. Las
organizaciones religiosas que existen allá son nacionales: iglesia católica,
evangélicas de diferentes orientaciones, así como en cualquier otro lugar de
Brasil.
Periódico de Unificados – ¿Por qué la demarcación en parcelas compromete la
organización social de las etnias?
Marco Paulo – En Mato Grosso do Sul se
demarco las tierras Guaraní en forma de parcelas. Hoy en día son verdaderos
depósitos de gente, donde fueron despejados los indios expulsados de las
haciendas. El resultado de eso, es un altísimo índice de suicidio, violencia,
tráfico de drogas y tantos otros problemas típicos de nuestra sociedad. Pues,
sin las tierras, ellos no pueden ser indios completos, ni tampoco tienen ciudadanía
plena como brasileños. Demarcar en parcelas es crear confinamientos étnicos,
campos de concentración camuflados.
Periódico de
Unificados – Los arroceros no estaban en el área cuando se realizo la
demarcación. En su opinión, por qué ese ataque contra los pueblos indígenas y
contra los laudos antropológicos surgió con más fuerza este año?
Marco Paulo – Debido a la grande acogida del mercado de tierras por
causa de los bio combustibles y otras
comodities, la disputa por tierras ha sido bastante pleiteada. Las fronteras para la expansión agrícola están
sobre las tierras de las minorías sociales del campo: indios, caucheros,
pescadores artesanales, campesinos, lugareños del cerrado, etc., poblaciones
tradicionales que no tienen documentos formales de propiedad. Una de las pocas
pruebas de sus derechos a la tierra son los laudos antropológicos. De ese modo,
para tener acceso a esas tierras, o legitimar procesos históricos de títulos
falsos, es necesario descalificar los laudos que garantizan los derechos de
esas minorías.
Periódico de Unificados – Que significo la Constitución de 1988 para los
derechos de los pueblos indígenas? Qué es lo que el pueblo brasileño en general
tiene que ver con algo que parece tan distante de su cotidiano?
Marco Paulo – La constitución de 1988 reconoce de forma clara los derechos
de los indios. Es un marco para la ciudadanía indígena dentro del país. La diversidad
cultural que los indios representan es un patrimonio de la nación brasileña. Aparte
de eso, las tierras indígenas son hoy áreas que preservan la naturaleza y
prestan grandes servicios ambientales a la población brasileña, garantizando
recursos genéticos que pueden ser la fuente de innúmeras descubiertas para la
medicina y recursos fundamentales como el agua. Es una ilusión pensar que la
naturaleza depende de los hombres, es que nosotros dependemos de ella y los indios nos enseñan
eso en la práctica. Sin ellos, no hacemos parte de una nación y sociedad haciéndonos más
vulnerables.
Indios participan de acto de 2008, en el Museo de Ipiranga, en São Paulo (Foto: Folha Imagem)
del Grito de los Excluidos, el 07 de septiembre