Protestas contra el intento patronal de hacer con que la clase trabajadora pague la cuenta de la crisis económica por medio del desempleo, la retirada de derechos y la reducción de los salarios; igualdad de derechos y el fin del prejuicio de géneros, y el fin de la violencia contra las mujeres, fueron las banderas de lucha en una manifestación ocurrida hoy (08 de marzo) en Sao Paulo por la conmemoración del Día Internacional de < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />
La manifestación contó con la participación de aproximadamente 800 personas. Ésta comenzó con una caminata en
Caminata en Sao Paulo por el Día Internacional de la Mujer
(Fotos: Nelson Antoine/Foto Arena/Folha Imagem)
Diversas entidades representativas de la clase trabajadora y de movimientos sociales estuvieron presentes, entre ellas el Sindicato Químicos Unificados con delegaciones de las regionales de Campinas, Osasco y Vinhedo.
CLIQUE AQUI para leer en la página del Sindicato Químicos Unificados sobre el origen del Día Internacional de
Manifiesto
“¡Nosotros no vamos a pagar por esta crisis! ¡Mujeres libres! ¡Pueblos soberanos!”, es el título del manifiesto distribuido durante la caminata en
Léalo completo a continuación:
“¡Nosotros no vamos a pagar por esta crisis!
¡Mujeres libres!¡ Pueblos soberanos!
Este 08 de marzo de 2009, levantamos nuestras banderas contra el capitalismo, el imperialismo, el machismo, el racismo y la lesbofobia. Estamos en las calles para afirmar lo que queremos construir a partir del feminismo: un mundo libre de exploración, desigualdades y discriminación. ¡Por una transformación radical con igauldad, autonomía, libertad y soberanía popular!
¡Feministas contra el capitalismo patriarcal!
La crisis financiera, económica, ambiental y alimenticia que afecta al planeta y a nuestras vidas no son fenómenos aislados. Se trata de una crisis global, generada por ese modelo de desarrollo, basado en la súper exploración del trabajo, y en la especulación financiera. Una de sus bases de sustentación es la opresión de las mujeres, que combina machismo y capitalismo, transformando todo en mercadería, y colocando precio inclusive en nuestros cuerpos.
No creemos en respuestas superficiales para la crisis. Estamos en contra de los millones retirados de los fondos públicos para salvar bancos y grandes empresas. Esto genera más concentración de riqueza y reproduce el sistema capitalista patriarcal. También estamos en contra de cualquier intento de retirada de los derechos laborales, y de la reducción de salarios, propagandeado como solución para la crisis económica. Queremos inversiones públicas que garanticen la vacantes de trabajo ya existentes, que amplíen la oferta de vacantes con registro, y que refuercen la red de derechos sociales. Nosotras, mujeres feministas, afirmamos: ¡las mujeres no van a pagar por esta crisis!
Es urgente que avancemos en la construcción de alternativas socialistas para este modelo. En lugar de los agrocombustibles y de la privatización de la naturaleza, defendemos los cambios en la forma de producir los alimentos, la reducción del padrón de consumo, y la producción descentralizada de energía. Afirmamos que los bienes comunes de nuestro territorio – incluyendo el agua, la biodiversidad y el petróleo encontrado en la capa del pre-sal – son del pueblo brasileño, y deben ser utilizados para garantizar el desarrollo social y económico de toda la población. La respuesta a la crisis alimenticia no puede venir de los transgénicos, y sí de la reforma agraria, de la producción agroecológica y de la garantía de nuestra soberanía alimenticia.
¡Por un mundo con igualdad para todas las mujeres!
Construir la igualdad en nuestra sociedad significa valorizar el trabajo de las mujeres y garantizar su autonomía económica. Así, defendemos la valorización del salario mínimo, y luchamos por un modelo de protección social solidario, universal e inclusivo, con derecho a salud, a asistencia social y a jubilación digna para todos y todas. Hoy, en Brasil, existen más de 40 millones de personas que se encuentran fuera del seguro social. 30 millones de ellas son mujeres. Por eso , estamos en contra de la propuesta del gobierno federal aún en discusión en cuanro a la reforma tributaria de desvincular todo el sistema de seguridad social de sus fuentes de financiamiento. Esto resultaría en un corte del 40% en el presupuesto de la seguridad social, que representa la pérdida de R$ 24 mil millones anuales en el presupuesto del seguro.
Para conquistar la igualdad, es necesario ampliar los servicios públicos. Es preciso ampliarlos. Para eso es inevitable parar con la privatización de unidades de salud y de las guarderías municipales, promovidas por los gobiernos municipal y estatal de la coligación DEM/PSDB. Si el Estado no garantiza derechos sociales fundamentales como éstos, aumenta el trabajo de cuidados con la gente, que es realizado cotidianamente por nosotras, mujeres. Luchamos para que dicho trabajo sea dividido con los hombres y con la sociedad.
Queremos igualdad para todas las mujeres. Por eso, combatimos el racismo en todas sus manifestaciones y la banalización de la imagen de la mujer vehiculada por la prensa. Esa imagen vendida por la industria cultural contribuye para mercantilizar nuestras vidas, y refleja la desigualdad y la violencia que sufrimos día a día. Defendemos así, el control social y la democratización de los medios de comunicación.
¡En lucha por autonomía y libertad!
Vivimos un momento de criminalización de las mujeres, en el que la lucha por nuestra autonomía ha sido duramente atacada. En varios estados muchas mujeres han sufrido persecuciones, himillaciones y hasta condenaciones criminales por haber realizado aborto. En el Congreso Nacional está para ser instaurada una CPI (Comisión de Investigación a cargo del Parlamento) del aborto, cuyo resultado traerá apenas más persecución a las mujeres.
La maternidad debe ser una decisión consciente, no una obligación. Criminalizar el aborto no impedirá que él ocurra. Por el contrario. Mantenerlo en la ilegalidad condena a las mujeres pobres – sobre todo jóvenes y negras – a someterse a prácticas inseguras para interrumpir un embarazo indeseado. ¡Seguiremos en las calles de todo el país, movilizadas contra la criminalización de las mujeres y por la legalización del aborto!.
¡Denunciamos todas las manifestaciones de violencia contra la mujer! ¡Las mujeres tienen el derecho de vivir una vida libre de violencia!.
¡En defensa de la paz, de la solidaridad y de la soberanía popular!
Las guerras mantienen y profundizan la desigualdad en el mundo. En situaciones de conflicto armado, las mujeres son víctimas de violaciones sistemáticas, físicas y psicológicas. Vemos hoy la feminización de los campos de refugiados. Por eso somos solidarias a todas aquellas que ven la soberanía de sus pueblos atacada por el imperialismo, sea en
También nos solidarizamos con los procesos de construcción de alternativas en curso en América Latina, que recuperan la soberanía de los pueblos sobre su territorio y sus recursos naturais. ¡Estamos en lucha por la soberanía de los pueblos y la libertad para las mujeres!.
Este 08 de marzo estamos en las calles confrontando al sistema capitalista y patriarcal que nos oprime y nos explora. ¡En las calles y en nuestras casas, en las florestas y en los campos, en el proseguir de nuestras luchas y en el día a día de nuestras vidas, mantendremos nuestra rebeldía y movilización!”.