La
piel clara y el aire europeo constrastan con su fuerte posición política. Una
mujer aparentemente calmada, de cabello despeinado y ojos bien oscuros. Ésa es
Aleida Guevara, médica pediatra, cubana, e hija mayor del famoso guerrillero
Ernesto Che Guevara.
Enamorada de Cuba y del régimen socialista, Aleida causó un revuelo muy grande durante
su participación en la 3era. Acción Internacional – Marcha Mundial de las Mujeres.
Aleida Guevara
se dirige a las compañeras integrantes de la
Marcha de las
Mujeres, en Perus/Sao Paulo, día 16/03/10
(Foto: João Zinclar)
En esta entrevista al Periódico Unificados Aleida habla sobre Cuba, América
Latina y otros temas polémicos:
¡Brasil también puede!
Presos políticos
El problema de los medios de comunicación a nivel mundial, incluso en Brasil,
es que repiten como loros lo que se dice. Nadie comprueba la información. Nadie
va hasta Cuba a preguntar. Repiten solamente lo que es divulgado por las
grandes agencias de comunicación americanas y europeas.
Este caballero que murió, Zapata, es un delicuente común. Fue detenido por robo. Esto no es política. Se
trata de un delincuente común.
Él decidió no comer, perdió el
conocimiento, los médicos trataron de revivirlo pero era demasiado tarde.
Sin embargo, no se puede violentar a una persona que decide no comer. Fue su
decisión y no tuvimos la posibilidad de hacer nada.
Este otro señor, que ahora está en huelga de hambre, fue pagado por agencias
americanas como co-responsable de un canal de televisión que transmite directamente
desde los Estados Unidos hacia Cuba en español.
Por otra parte, otras veces fue
arrestado por agresión con un bate, y también por atacar
a una mujer.
Ahora, después de ver rechazada su petición de tener internet en casa, decidió
hacer huelga de hambre. También insiste en la liberación de más de 20 presos en
Cuba, quienes son otros delincuentes.
Éstas son personas que no valorizan la propia vida, dejan de comer. Si ellos no
respetan la propia vida, lo siento, pero no puedo hacer nada. El gobierno
cubano no puede hacer nada, tenemos que seguir la ley.
Bloqueo económico
El bloqueo es muy cruel, es muy duro con el pueblo cubano. Los Estados Unidos
no quieren negociar con Cuba, y eso nosotros entendemos, es su derecho. Pero
bloquear a otras personas de comercializar con un país pobre, ¡eso no! Ellos no
tienen ese derecho!
Un barco que atraca en un puerto cubano, sólo podrá hacerlo en los Estados
Unidos después de seis meses. De tal forma que para que una empresa
comercialice con Cuba cobra 3 ó 4 veces
más.
Imagine un mercado de 11,5 millones de personas contra otro con más de 400
millones de personas. Cuba siempre pierde. Ése es el bloqueo. Es duro, muy duro
para el pueblo cubano. Ese dinero que invertimos para superar el bloqueo, ¡imagine
todo lo que podríamos hacer con él!, ¡todo lo que podríamos construir!
Venezuela
El comercio con Venezuela está mejorando la vida del pueblo cubano. Hacemos un
intercambio justo. Enviamos médicos cuando ellos lo necesitan; enviamos
profesores; y ellos nos venden petróleo por un precio de mercado, un precio
justo, para que paguemos lentamente, poco a poco. Es un cambio positivo para la
gente; así vamos, crecemos juntos, como países hermanos.
Brasil
Si Cuba, un país pequeño y pobre en recursos naturales consigue mejorar la vida
de sus habitantes, Brasil, un país con muchas riquezas naturales, un país que
tiene
también.
Los recursos naturales de Brasil necesitan ser del pueblo brasileño. Deben
beneficiarlo a él y no a las empresas transnacionales.
¿Cómo es que en Cuba no hay mendigos, y en Brasil los hay, y tantos? ¡Esto no es comprensible!
Cuba
No se puede sustentar a un pueblo que está bloqueado, agredido militar, física
y químicamente por la mayor potencia económica y militar de la tierra, por
causa de un único hombre. ¡Cuba no es sólo Fidel!
En Cuba, se necesita mucha voluntad política de la gran mayoría de nuestro
pueblo. Debemos tener una consciencia social y saber todo lo que ganamos por
medio del socialismo. .
Una señora me perguntó un día: Doctora, si Ud. pusiese en una balanza la
revolución de un lado y a sus hijos de otro, ¿cuál elegiría?
Dije: ¡la revolución! ¿Sabe por qué? Porque amo a mis hijos y quiero que ellos
vivan sus vidas con la misma dignidad que yo. Y eso sólo puede lograrse con el
socialismo.
Esperanza
Yo no soy una persona de gran poder, pero, en los pequeños actos, procuro ser
útil, allí donde me encuentro.
No tengo la capacidad de hacer que el
ejército turco desocupe el territorio de Chipre. Pero yo, cubana, e hija del
Che Guevara, no visitaré Turquía mientras su ejército esté en Chipre.
Así, con pequeñas cosas, mínimas cosas, hago lo que pienso que es necesario
hacer como ser humano, y eso me da una satisfacción enorme; me hace sentir una
legítima hija del pueblo cubano.